El amor de Dios es grande y siempre presente. Puede nacer dentro de nosotros en cualquier momento; y ésta, para mí, sobre todo, es la gran promesa de Cristo.
Se nos ha dado la vida como algo precioso que fluye hacia nosotros desde Dios. Lo envía personal e íntimamente; lo envía inmediata y constantemente. No lo sentimos tan bien, porque somos criaturas d…
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to Zen, Yoga, Gurdjieff: Lee's Gurdjieff Newsletter to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.